
Este viernes 24 de octubre, el Estadio Metropolitano de Cabudare será testigo de un hecho que debería marcar pauta: el debut de la Vinotinto femenina en el Premundial de Fútbol, enfrentando a Chile en el marco de la nueva Liga de Naciones. Un evento internacional, en suelo larense, con nuestras jugadoras de la selección absoluta como protagonistas. Pero mientras ellas afinan detalles, entrenan y se preparan para representar al país con dignidad, hay algo que no termina de llegar: el respaldo.
Porque sí, las chicas juegan. Pero ¿alguien lo sabe?
La cobertura ha sido tímida. La promoción, escasa. La emoción, contenida. TeleRadio Digital consultó a 50 personas en el centro de Barquisimeto, y apenas cinco sabían que se jugaría un partido en Cabudare. Ninguna conocía el motivo. Y no es que la gente no quiera saber, es que nadie les ha contado.
Sabían ustedes que en el Metropolitano se han disputado no menos de siete campeonatos nacionales de categorías menores en lo que va de año, incluyendo torneos indígenas, costeros y juveniles. Y sin embargo, la mayoría pasaron por debajo de la mesa, con coberturas muy débiles, sin eco. Más allá de que la FVF considere que es lo mejor dentro de sus políticas comunicacionales, creemos que esa política no puede ser permanente. Y mucho menos cuando se trata de una selección de mayores femenina.
Ellas no tienen nada que ver con el guayabo
Ellas no son culpables de lo hecho por Batista, ni por Soteldo, ni por el Brujo. No tienen que cargar con las frustraciones del ciclo masculino. Ellas tienen su propia historia, su propio mérito, su propio momento. Y merecen que se les mire con ojos nuevos, sin prejuicios, sin comparaciones injustas.
La diferencia en el trato es evidente. Cuando juega la Vinotinto masculina, la prensa se desborda. Se acreditan decenas de medios, se activan transmisiones, se movilizan equipos, ni hablar de la cantidad de «llamados influenciadores» con trato especial y subvencionados. Esta vez, con las chicas, el vendaval se convirtió en brisa. Pocos medios tradicionales con deseo de estar en la fiesta. Pocos se atrevieron a viajar a Barquisimeto. Y más allá de las limitantes técnicas para transmitir por radio —motivo por el cual TeleRadio Digital no estará al aire durante el partido— lo que preocupa es el desinterés institucional por aupar o fortalecer el acceso a la cobertura especializada.
Desconocemos si esto es lo que busca la FVF -creemos que no-, o si es una coincidencia dentro de ese proceso de dar más valor al marketing -algo muy débil con esta selección femenina- y tratar de secar a la prensa especializada. Pero lo cierto es que sin relato, no hay memoria. Y sin memoria, no hay legado.
La selección femenina merece más que una rueda de prensa con invitados selectos. Merece que las niñas de nuestras academias sepan que sus ídolos están aquí, que el estadio se abre para ellas, que el país las acompaña. No pedimos campañas grandilocuentes, solo gestos que digan: “Estamos con ustedes”.
Las cartas echadas
El partido inicia a las 5:00 p.m., pero se recomienda llegar desde bien temprano para evitar congestión. Se ha anunciado un operativo especial para facilitar el ingreso, especialmente para academias y escuelas de fútbol. Es poco lo que podemos anunciar sobre las entradas, ya que la información oficial muy débil, más allá de que posiblemente la respuesta pueda ser «eso salío en la redes» cual Síndrome de Ósmosis Comunicacional».
Este viernes, mientras ellas enfrentan a Chile, también se juega otro partido: – además del Magallanes vs Cardenales, el cual seguramente contará con bastante público -. Es el juego de la narrativa. El de demostrar que el fútbol femenino no es un apéndice, sino una historia que merece ser contada con pasión, con respeto, con identidad.
Y sí, aún estamos a tiempo. A tiempo de hacerle llegar la información a quienes no saben que se juega un premundial. De compartir la información. De invitar a las academias, a las familias, a los medios no especializados. De hacer ruido. Del bueno. Porque cuando el silencio se institucionaliza, la indiferencia se normaliza.
Hoy, más que nunca, necesitamos que gane la voz. Que gane la emoción. Que gane el país que cree en sus mujeres deportistas. Porque ellas también laten. Ellas también sueñan. Ellas también nos representan. Ellas también tienen fe.
Gobernación y Alcaldía se activan
Por suerte el gobierno regional y el municipal, son los que en las últimas 48 horas han generado una campaña en pro de juego, algo que nos hace pensar que tras ese apoyo puedan muchas personas apersonarse al gigante de la campiña.


Por Luis Alonzo Paz | CNP 10.760
