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Londres, 25 abr (EFE).- La Premier League actual ya es la más goleadora de la historia. Y aún quedan 45 partidos por disputarse. En los 335 encuentros que se han jugado hasta este jueves, se han marcado 1.092 tantos, más que en cualquiera otra temporada con 38 jornadas y 20 equipos. Una media de 3,26 goles por partido.
El récord anterior, que databa de la temporada 2022-2023, con 1.084 goles, se batió este miércoles por la noche, con los once tantos que se marcaron en los cuatro partidos que hubo en juego, Wolverhampton Wanderers-Bournemouth (0-1), Crystal Palace-Newcastle United (2-0), Everton-Liverpool (2-0) y Manchester United-Sheffield United (4-2).
El nuevo registro lo estableció un cabezazo de Harry Maguire para empatar el encuentro entre Manchester United y Sheffield United, y deja espacio para que en los 45 partidos que quedan por jugarse, el primero este jueves, entre Brighton & Hove Albion y Manchester City, el número de goles anotados en la competición inglesa aumente aún más.

¿POR QUÉ ESTOS NÚMEROS?

Pero, ¿por qué se ha batido este récord en un fútbol como el actual, más dado a los sistemas defensivos y la prudencia?
La primera razón para ello es puramente estadística, los partidos ahora duran más. Con las nuevas directrices de la competición, los árbitros deben añadir todo el tiempo que se pierda, ya sea por interrupciones del juego, por sustituciones o por celebraciones de goles. Esto ha provocado que el descuento medio en los encuentros sea de 11 minutos y 39 segundos, tres minutos y trece segundos más que la temporada pasada y cinco minutos más que hace una década.
En total, si se sigue la media actual, se habrán jugado un total de 1.222 minutos en tiempo añadido, lo que supone trece partidos y medio extra. En lo acumulado hasta el momento, se han marcado 138 goles en el descuento, un 35 % más que en la temporada que más se anotó en este espacio de tiempo, la 2016-2017, cuando se marcaron 102 goles.
Siguiendo con los fríos datos, el mayor acierto desde el punto de penalti también ha contribuido a que mejore el ratio de goles. Esta campaña se ha marcado el 90,3 % de los tantos, por el 74,7 % de la campaña anterior. Nunca, desde que se recogen estos datos, se había visto una efectividad tan alta desde los once metros.

EUROPA, UN BUEN BAREMO

En un aspecto más táctico y subjetivo, es plausible llegar a una conclusión: los equipos ingleses no defienden bien. Y esto se demuestra cuando marchan a Europa.
El Manchester City, el ganador del triplete la temporada pasada y posiblemente el mejor equipo del mundo, solo dejó la puerta a cero en una ocasión en diez partidos en su campaña europea, y fue en el Etihad Stadium ante el Young Boys. Equipos como el RB Leipzig y el Estrella Roja llegaron a marcarle dos veces en el mismo encuentro, el Copenhague, en octavos de final, le marcó en la ida y en la vuelta, mismo caso que el Real Madrid, que le hizo tres tantos en el choque de ida en el Santiago Bernabéu.
Y no es problema únicamente de los de Pep Guardiola. El Liverpool, en diez partidos en Europa League, solo dejó la puerta a cero en tres ocasiones, y se llevó tres goles del Toulouse en fase de grupos y otros tres del Atalanta en cuartos, costándole esta última goleada la eliminación.
El Newcastle United solo mantuvo la puerta a cero una vez en la fase de grupos de la Champions, mientras que el Manchester United recibió, en la fase de grupos, cinco goles del Bayern de Múnich, cuatro del Copenhague y seis del Galatasaray, en total.
Ni siquiera el Brighton, que sí fue capaz de defender mejor y no recibir gol en cinco de los ocho partidos que jugó en Europa League, fue vapuleado por la Roma en el Olímpico por 4-0.
El West Ham United dejó la puerta a cero en cuatro de diez partidos, pero evitó goleadas hasta su eliminación en cuartos de la Europa League, mientras que el Aston Villa de Unai Emery solo mantuvo la puerta a cero en tres de diez encuentros, en la ida y la vuelta de octavos con el maltrecho Ajax de Ámsterdam y en la fase de grupos contra el Zrinjski Mostar.
La pobre solidez defensiva de los ingleses ayuda a explicar por qué, entre los semifinalista de Champions League, Europa League y Conference League solo resiste el Aston Villa.

MENOS ENTRENADORES DEFENSIVOS, MÁS GOLES

En un plano más doméstico, la liga ha evolucionado hacia un fútbol más atractivo y apenas quedan entrenadores de corte conservador. De hecho, el único que podría adscribirse a este movimiento sería Sean Dyche, en el Everton, y quizás Gary O’Neill, del Wolverhampton Wanderers. Los equipos de la parte alta, con Pep Guardiola, Mikel Arteta, Jürgen Klopp, Emery y Eddie Howe juegan un fútbol de ataque y que no busca especular.
Incluso clubes más conservadores, como el Crystal Palace, que hasta hace no mucho tenía en su banquillo a Roy Hodgson, han apostado por mecánicas diferentes como las que aporta el alemán Oliver Glasner, que ha salvado al equipo con muchas jornadas de adelanto y ha surtido a delanteros poco goleadores, como Jean-Phillipe Mateta, de un entorno en el que pueden destacar. El francés, en nueve partidos con Glasner, ha marcado ocho tantos, mientras que en el resto de la liga llevaba tres.
De mantenerse la media actual, de 3,26 tantos por partido, se marcarían a final de temporada 1.239 goles, lo que superaría el anterior récord goleador en 155 dianas. EFE