
Este 17 de agosto, el deporte venezolano despide con profunda tristeza a uno de sus más grandes íconos: Julio César León, pionero del ciclismo y primer atleta en representar a Venezuela en unos Juegos Olímpicos, ha cambiado de plano a los 100 años de edad. Su partida deja un vacío inmenso, pero también un legado imborrable que seguirá inspirando generaciones.
Nacido el 2 de febrero de 1925 en Trujillo, León descubrió su pasión por el ciclismo desde niño, cuando recibió como regalo de Reyes un velocípedo que marcaría el inicio de una vida dedicada a las dos ruedas. Su talento lo llevó a dominar las pruebas de velocidad en el antiguo circuito de El Paraíso, coronándose entre 1940 y 1942 como el rey absoluto del ciclismo nacional.
Pero su sueño iba más allá. En 1948, con el respaldo del Comité Olímpico Venezolano y la embajada británica, León emprendió una travesía épica rumbo a Londres, a bordo de un avión de carga y con una bandera tricolor cosida por su esposa. Así, el 29 de julio de ese año, desfiló en Wembley como el único representante de Venezuela en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos.

El 7 de agosto, a las 10:30 a.m., se convirtió oficialmente en el primer atleta venezolano en competir en unos Juegos Olímpicos. Aunque cayó en su primer heat, se recuperó en la ronda de repechaje, venciendo al trinitense Compton Gonsalves y logrando el primer triunfo olímpico para el país. Días después, volvió a competir en los 1.000 metros contrarreloj, dejando una marca de 1:18.1 que lo ubicó entre los mejores del mundo.
Tras su retiro, Julio César León se dedicó a la ingeniería, sin abandonar jamás su bicicleta. En 2008 fue invitado especial a los Juegos Olímpicos de Beijing, y este año, en febrero, celebró su centenario rodeado de homenajes del Comité Olímpico Venezolano y el Ministerio del Deporte, en una gala donde fue recibido por un pasillo de honor de ciclistas que reconocieron su grandeza.


“El legado de Julio César León queda grabado para siempre en la historia deportiva del país como una de las hazañas más memorables del olimpismo nacional”, expresó el Ministro del Deporte, Franklin Cardillo, al lamentar su fallecimiento.
Julio César León no solo abrió el camino olímpico para Venezuela, sino que lo recorrió con dignidad, coraje y pasión. Hoy, su llama sigue encendida en cada pedalada, en cada atleta que sueña con representar al país, y en cada venezolano que cree en el poder transformador del deporte.

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