
La Selección Venezolana de fútbol venció 2 goles a 0 al combinado Boliviano, y puso al rojo vivo la parte la clasificación al Mundial de Fútbol 2026, luego de finalizar la jornada número quince donde Uruguay y Colombia, no lograron sumar los puntos necesarios para alejarse del séptimo lugar, posición que otorga un posible cupo en formato de repechaje.
Sin despeinarse
Los dirigidos por Fernando «El Bocha» Batista, jugaron un compromiso que estaba dentro de las posibilidades, y superaron de forma muy cómoda al equipo del altiplano, divisa que mostró la cara prevista según su posición en la tabla de clasificación,
Aunque se esperaba un compromiso ajustado a la realidad de lo sucedido, lo que no estaba previsto en el libreto, fue el bloopers del primer gol del partido, donde el portero boliviano Héctor Cuellar no pudo detener un pase de su compañero, otorgando de forma muy cómoda el primer tanto de la Vinotinto.
25 minutos mas tarde, Salomón Rondón logró anidar el segundo gol del partido, tras una pifia de la defensa visitante, para colocar cifras definitivas al compromiso. De ahí en adelante el cotejo se fue por una sola vía, y Venezuela sin despeinarse ahora piensa en el juego ante Uruguay.
Esto se pone bueno
Luego de la derrota de Uruguay ante Paraguay, y el empate entre Colombianos y Peruanos, la clasificación directa y el repechaje, toman un libreto de pronósticos reservados, donde dependiendo de los resultados del próximo martes, pudieran llegar a las dos jornadas finales de septiembre con un triple empate en el quinto lugar.
Colombia y Uruguay tienen 21 puntos, mientras que Venezuela llegó a 18 puntos. Si Venezuela logra derrotar a Uruguay y Colombia cae ante Argentina el próximo martes, las tres selecciones llegarían a las dos últimas fechas empatados con 21 puntos.

Un juego digno de «no» analizar
Más allá de la forma cómo se ganó, el país entero solo piensa en Uruguay y lo que pueda deparar ese compromiso del próximo martes, de ahí que se debe pasar la página, y dejar a un lado el cómo se le ganó a Bolivia.

Por Luis Alonzo Paz
