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Buenos Aires, 5 abr (EFE).- El club argentino Rosario Central presentó este viernes una acusación ante la Fiscalía provincial de Santa Fe para definir con claridad los actos violentos ocurridos en la víspera, durante el encuentro que el ‘Canalla’ jugó en Rosario contra el Peñarol uruguayo en su debut en la Copa Libertadores.
«El Club Atlético Rosario Central informa que está presentando este viernes una denuncia penal en el Ministerio Público de la Acusación a los fines del esclarecimiento de los hechos de público conocimiento y búsqueda de los responsables», publicó la entidad santafesina en su cuenta de la red social X.
Los sucesos tuvieron lugar en los prolegómenos del duelo, cuando los hinchas de Rosario Central presentes en la grada alta comenzaron a lanzar objetos, como vallas de contención de hierro, a los ‘carboneros’ que estaban en el sector bajo.
En ese momento comenzó una guerra de proyectiles entre ambos grupos durante toda la contienda, que finalizó con el lanzamiento de un proyectil hacia el defensa uruguayo Maxi Olivera, quien se retiró al vestuario con su rostro visiblemente ensangrentado.
Estos hechos provocaron que el club argentino asegurara en otro comunicado previo también en redes sociales que va a identificar a los responsables de ambos bandos por medio de las cámaras presentes en el Estadio Gigante de Arroyito, de Rosario, revisando los controles de acceso.
Además, el club solicitó a «quienes cuenten con material de video o fotos» sobre lo acontecido que las envíen al correo electrónico de la institución.
También Fernando Peverengo, director provincial de Seguridad en eventos masivos, aseguró en una entrevista radial que «hubo fallas» durante el control de acceso al estadio, debido al ingreso de pirotecnia, y durante los incidentes, tanto con las vallas como con los hinchas que lanzaron arrojaron objetos contundentes contra los jugadores, «y hay que corregirlas».
«No están dadas las condiciones para que se juegue a puerta cerrada. Lo que falló fue un operativo que estaba dispuesto. Lo que pasó no es un motivo necesario para clausurar el estadio, pero sí para tomar medidas y que no vuelva a pasar», expuso Peverengo.
La ciudad de Rosario atraviesa un momento delicado debido a un recrudecimiento de los delitos asociados al narcotráfico en las últimas semanas, que incluyó el asesinato de cuatro ciudadanos de manera aleatoria.
Por ello, el Gobierno nacional decidió enviar fuerzas federales para actuar en coordinación con la policía provincial y local, y sumar efectivos militares para brindar apoyo logístico.
Estos hechos delictivos y amenazas llegaron a afectar al entorno familiar de futbolistas originarios de esa ciudad, como Lionel Messi y Ángel di María.
Los parientes del ‘Fideo’ recibieron a finales de marzo una amenaza a modo de cartel en la puerta de su domicilio en la localidad de Funes (cercana a Rosario), mientras que el capitán de la ‘Albiceleste’ las sufrió un año atrás, cuando los familiares de su esposa, Antonela Roccuzzo, recibieron un cartel dirigido a Messi. EFE