
La cuenta regresiva ya comenzó. Se acercan los encuentros ante Argentina y Colombia, y el pulso nacional se acelera. Pero esta vez, algo distinto está ocurriendo: no solo se habla de fútbol en las calles, también se respira esperanza en las cocinas.
Desde hace días, un nuevo lenguaje se ha instalado entre harina, budares y conversaciones familiares. Es el lenguaje de la fe. Ese que se activa cuando alguien abre un paquete de P.A.N. y lee la frase que nos une: “Mano, tengo fe.”
P.A.N., patrocinador oficial de la FVF, ha vestido su empaque con los colores de nuestra selección. Y con ello, ha logrado algo más profundo que una campaña: ha encendido una emoción colectiva. Porque cuando el desayuno se prepara con los colores Vinotinto, la arepa deja de ser solo alimento y se convierte en símbolo. En ritual. En grito silencioso de apoyo.

El slogan “Estamos con la Vinotinto más que nunca” no es solo una consigna publicitaria. Es una declaración de amor al país. Es la conexión entre dos íconos que nos definen: la camiseta Vinotinto y la arepa que nos acompaña desde siempre.
Este nuevo empaque es una muestra clara de lo que P.A.N. cree: que Venezuela se construye desde lo cotidiano, desde lo que somos y desde lo que soñamos alcanzar juntos. Y hoy, ese sueño se amasa con fe, se tuesta con esperanza y se sirve con orgullo.
Así que sí, ya estamos listos para el próximo partido. Con más fe que nunca.

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