Este lunes, la carrera 19 con calle 23 volvió a teñirse de rojo y negro. Integrantes de la Barra Huracán Rojinegro, quienes hasta hace tres años alentaban activamente al Deportivo Lara, realizaron una protesta pacífica frente a la Gobernación del estado Lara. ¿La consigna? “Exigir” que el gobernador Luis Reyes Reyes reciba al presidente del club, para reactivar el sueño del regreso al fútbol profesional.

La escena, reseñada por medios como El Informador, dejó claro que aunque la institucionalidad parezca en modo avión. “Con una protesta pacífica… exigieron al gobernador que atienda al presidente del club para que ayude a impulsar el regreso del equipo al fútbol profesional”, reseñó el diario.

A principios de año, el Deportivo Lara intentó volver al ruedo tras la estafa consumada por Kalil Yousef en 2022. La presentación fue rimbombante, con luces, promesas y hasta presencia del entonces gobernador Adolfo Pereira en el estadio Metropolitano. Pero todo se esfumó cuando los equipos de la Liga FUTVE decidieron que el rojinegro no podía saltarse la segunda división. El presidente del club, confiado en un cupo directo, nunca tuvo un plan B. Y el fútbol, como la alta gerencia, no perdona la improvisación.

En la actualidad el equipo se mantiene con la denominada escuela de categorías menores ubicada en el vecino estado Yaracuy, donde hace vida la institución.

Esta exigencia ciudadana ocurre justo en la semana en que Barquisimeto Sport Club, equipo joven y emergente de la segunda división, y único representante del estado Lara en la Liga Futve2, se juega su pase a semifinales en el estadio Farid Richa. El sábado enfrentará a Titanes de Guanare con la misión de revertir el 1-0 adverso.

Queda sobre la mesa la pregunta que muchos se hacen tras la manifestación: ¿Cuál será la actitud del ciudadano gobernador ante esta exigencia realizada por unos barristas? El balón, esta vez, no está en la cancha… está en el despacho. Y este grupo de hinchas espera respuesta.

TRD Sport | RH