Conversamos con Ricardo Naim, presidente del Barquisimeto Sport Club, y aunque el propósito era hablar de fútbol, nos quedamos con la tertulia sobre la forma de gerenciar con visión, de amar la ciudad que lo formó, y de creer en las canteras como el motor de un nuevo despertar deportivo. Barquisimeto merece ese impulso, y él toma el testigo para encarnarlo.

En tiempos donde el optimismo escasea y el deporte lucha por mantenerse en pie, Ricardo Andrés Naim Iribarren decidió no esperar milagros. A sus 39 años, este barquisimetano —nacido en la Clínica Acosta Ortiz, como él mismo recalca con orgullo— se ha convertido en el rostro de una nueva era para el fútbol profesional en Lara, liderando al joven Barquisimeto Sport Club desde la gerencia, la pasión y la convicción.

Presidente del equipo revelación del torneo de ascenso (Liga Futve2), Naim no solo ha logrado posicionar al BQTO SC como uno de los punteros del campeonato, sino que ha enamorado a propios y extraños con un estilo de juego que respira identidad, orden y ambición.

De arranque Ricardo no dudó en conversar sobre la cultura futbolística de la familia, y aunque entre anécdotas transcurría la conversación, hubo una que posiblemente dejó algo de aprendizaje en su vida. “Mi hermano Antonio fue quien primero abrió camino en el fútbol de la familia”, recuerda Ricardo Naim con una mezcla de orgullo y nostalgia. “Jugó en la Academia Miguel Pla, salió becado al 100% a Estados Unidos, fue goleador allá, incluso estuvo a punto de fichar con las Chivas de Guadalajara con apenas 20 años. Pero mi mamá no lo dejó. Decía que México era muy peligroso, que había poca comunicación, y prefirió que se quedara. A los pocos años se casó, tuvo hijos, y el fútbol quedó en otro plano.” Esa decisión, aunque difícil, marcó a Ricardo profundamente. “Desde entonces entendí que el fútbol no solo se juega en la cancha, también se vive en las decisiones familiares, en los sueños que se postergan y en los que se transforman.”

Casado con Karina González y padre de Lucas (13) y Hanna (7), Ricardo reconoce que su ingreso al fútbol no fue por nostalgia, sino por amor: “Fue por mi hijo Lucas. Desde pequeño lo apasionó, y esa fue mi puerta de entrada”. Desde entonces, comenzó a observar con lupa cómo se trataba el fútbol en las academias, los clubes, las ligas… y lo que vio lo impulsó a actuar.

“Comparo mucho con el béisbol. En el béisbol hay inversión, estructura, patrocinio desde las bases. En el fútbol falta muchísimo, más allá de que algunos jugadores salgan al exterior”, reflexiona con firmeza.

Herencia que inspira, gerencia que transforma

Sobrino de Samir Naim —recordado por su trabajo al frente del Unión Deportiva de Lara en el siglo pasado— Ricardo toma el testigo familiar con naturalidad y respeto. “Mi tío está bien, vive en el exterior. Cuando supo que me metí en esto, solo me dijo: ‘Trata de estirar lo mejor posible los recursos’”, comenta entre risas, consciente de que administrar un club en Venezuela es un ejercicio diario de creatividad y resistencia.

Y lo hace desde una óptica profesional: “No te imaginas, Luis, cómo a cada rato usamos la matriz FODA para ejecutar cualquier acción”, confiesa, dejando claro que el fútbol también se piensa, se estructura y se gestiona.

Antes de asumir su rol dirigencial en Venezuela, Ricardo Naim hizo algo que pocos se atreven a hacer: se fue a España, no como turista, sino como aprendiz del fútbol en su máxima expresión. “Estuve con la gente del Atlético de Madrid, incluso con su presidente. Conversamos, hicimos algunos contactos… y el año pasado, sin estar tan metido en esto, trajimos el Campus de entrenamiento del Atlético de Madrid a Venezuela”, recuerda con entusiasmo.

La experiencia no solo fue inédita, fue transformadora. “Muchas veces creemos que con dinero podemos llevar a nuestros hijos a vivir esas experiencias en el exterior, pero yo pensé: ¿por qué no traerla a Lara? Que muchos niños tengan esa posibilidad de conocer cómo trabaja una organización de ese nivel.” Así lo hizo. Y así comenzó a sembrar futuro.

Samir Naim Expresidente del Unión Deportiva de Lara en la década de los 90

Formar desde el respeto, no desde la presión

Su ingreso al fútbol fue por su hijo Lucas. “No soy de los padres que critican al técnico. Aunque crea que está equivocado, le digo a mi hijo que debe mejorar. Si tiene un problema, debe hablarlo él. Yo no intervengo.” Esa filosofía de formación —basada en la autonomía, el respeto y la resiliencia— es la misma que aplica en su club. “Formar también a nuestros formadores. Esa es la base de todo. Si no formamos bien, no podemos esperar que los niños crezcan con valores ni que los jugadores lleguen lejos.”

Gerencia institucional: lo complejo del fútbol venezolano

“Ser dirigente en el fútbol venezolano es muy complejo. Nos falta inversión, pero también muchísima gerencia institucional. A veces no entendemos bien cómo optimizar los recursos. Solo el 0,02% de los jugadores llegan lejos. Detrás de cada éxito deportivo hay una estrategia, una planificación, una forma de hacer las cosas”, reflexiona Naim.

Su llegada al equipo se dio tras unirse a la Academia Rey, cuya filosofía de formación lo cautivó. “Tenemos canteras desde los tres años, pero hay que transformar muchas cosas. Hay que cambiar las formas, formar también a nuestros formadores. Siempre me ha gustado hacer las cosas distintas.”

Barquisimeto como bandera, no como etiqueta

“Los grandes equipos del mundo llevan el nombre de su ciudad. Nosotros no deberíamos ser la excepción”, afirma con firmeza. Y así nació el Barquisimeto SC, con colores que identifican a la ciudad crepuscular y una estructura que no depende en su totalidad de gobiernos, sino de inversión privada y compromiso colectivo, sin embargo, están abiertos a alianzas o patrocinios público o privados que ayuden al crecimiento de la institución, y trabajan para ello.

“Si algún día la gobernación o la alcaldía nos apoyan, que sea para movilizar a la gente al estadio. Lo que queremos es que la gente disfrute. Estoy seguro de que llegará el momento de trabajar juntos, y la gente lo disfrutará»

Un equipo revelación con identidad propia

Aunque en la entrevista no quisimos ahondar sobre la situación del Deportivo Lara, Naim señaló que uno de los los puntos de inflexión para darle más velocidad a la salida del Barquisimeto SC, fue la negativa por parte de los presidente de la Liga FUTVE al no permitir que el del Deportivo Lara ingresara de forma directa a la primera división. “Debemos recordar que la Academia Rey ya jugaba segunda, pero no tenía esa identidad local que ciertamente hace falta y tras observar la realidad de que Lara se iba a quedar sin un equipo que nos identificara, aceleramos el paso, -porque la idea estaba en el tapete, más allá de que creíamos que no era el momento-, y en menos de un mes consolidamos lo que hoy muchas personas pueden ver.”

Sobre el presente deportivo, Naim es claro: “Nunca pensamos que en un año subiríamos a primera. No se trata de ser pesimista, sino realista. Pero acá vamos, paso a paso. Son los jugadores y el cuerpo técnico quienes están demostrando de qué están hechos. La gente está regresando al estadio, y eso lo estamos viviendo.”

Fútbol con alma, fútbol con historia

Durante la tertulia, le preguntamos si considera que su grupo rompe paradigmas. “Sí, claro. Nosotros apostamos por una estructura independiente, por una gerencia seria, por una identidad clara. Queremos que la gente se sienta parte del proyecto, que lo viva, que lo defienda.”

Y lo están logrando. El Barquisimeto SC no solo compite, sino que emociona. No solo gana partidos, sino que recupera la fe. No solo forma jugadores, sino que forma ciudadanos.

El Unión Deportivo de Lara de los 90 – «El equipo Color de mi Sangre en la Pequeña Bombonera»


TeleRadio Digital agradece A Ricardo Naim, por abrir las puertas de su organización para hablar de fútbol, de filosofía, de familia y de futuro. Que lo vivido en los años 90 con el proyecto de su tío Samir sea un deja vu que inspire a esta nueva generación. Nuestro reconocimiento también a la directiva de la Academia Rey, quienes hace diez años apostaron por lo que hoy se llama Barquisimeto SC. Cada persona que está allí adentro es parte de esta historia.

Porque el fútbol no solo se juega. Se sueña, se construye y se defiende. Y en Lara, ese sueño tiene nombre propio: Barquisimeto Sport Club. (LAP)

Por Luis Alonzo Paz | CNP:10.760