La Recopa Sudamericana se sentenció en Río de Janeiro, entre la épica de Racing por levantar otro título y la búsqueda de lo imposible por parte de Botafogo. La Academia no permitió que hubiera sorpresas en Brasil, e hizo bueno el 2-0 a favor que consiguió en El Cilindro, consiguiendo además vencer de nuevo a su rival con el mismo resultado que hacía unos días (0-2).

Racing demostró una vez más que es un equipo hecho de otra pasta. Como si se creó para este tipo de partidos, el equipo de Gustavo Costas jugó con la necesidad de Botafogo para tener más ocasiones de peligro. Con un Salas que trenzó los mejores ataques de los argentinos, La Academia no se fue con goles al descanso por las intervenciones de un John bien preparado para cualquier ocasión rival. A pesar de que la pelota era de Botafogo, el plan de partido cayó con mucha más claridad en los visitantes.

La Academia corrió al espacio para dañar, con verticalidad y el conocimiento de que finalizar cualquier jugada podía ser importante. Por eso cada situación ofensiva acabó con un disparo. En los brasileños la fluidez fue por momentos, con dificultad para abrir una buena defensa rival en su propio campo. Vitinho fue el que más animó a su equipo por banda derecha, y Barboza quedó cerca de un gol al encontrarse con Arias y el travesaño en un cabezazo. A pesar de los intentos locales, la balanza siguió cayendo del lado de los de Avellaneda.

El segundo tiempo no dio lugar a dudas en la Recopa. Racing salió con la convicción de que quería certificar su título. Por ello, Zaracho adelantó a los argentinos con un golazo que rompió los esquemas de Botafogo, y con un rival brasileño que demostró tener las ideas apagadas en esta final, Zuculini se encargó de aumentar la distancia en el marcador para aplastar al campeón de la Libertadores.

La tranquilidad con la que abordó todo el conjunto de Avellaneda no sorprendió. Con un Gustavo Costa que desde el banquillo celebró cada gol de su equipo y lamentó cada ocasión fallada. Empujó a sus jugadores, que ejecutaron el plan de la mejor forma posible. Y con el travesaño de la primera parte quedando en anécdota, sólo John evitó que Botafogo acabara goleado en casa.

Si 2024 acabó de la mejor forma posible para La Academia, 2025 no lo ha hecho de una manera distinta. Con un título más en la vitrina (el primero de Diego Milito como máximo mandatario) y coronándose como rey de Sudamérica… Todo lo contrario que un Botafogo que tiene que buscar un nuevo rumbo.