
El amanecer de la segunda semana de la LVBP pintaba rojo y victorioso. Los Cardenales de Lara, con el ímpetu del ave que no se rinde, abrieron su calendario con una victoria convincente ante los Navegantes del Magallanes, 6 carreras por 2, en el José Bernardo Pérez de Valencia. Damiano Palmegiani fue el faro ofensivo, golpeando la pelota con la certeza del que conoce su destino, mientras el relevo larense sellaba la faena con solidez. Era un martes luminoso, presagio de vuelo alto.
Pero el béisbol, caprichoso y cambiante como el viento, llevó al equipo hasta Maracay, donde los Tigres de Aragua mermaron su vuelo con una derrota de 9 por 4. La ofensiva, aunque valiente, no logró contener el rugido bengalí. No obstante, la épica volvió a Barquisimeto con el madero de un héroe inesperado: Yeferson Quero. En una noche de infarto, el joven receptor conectó un jonrón de tres carreras en el noveno inning para sellar una victoria 8-7 ante el Magallanes. El estadio vibró. La afición soñó. El corazón crepuscular volvió a latir con fuerza.

Más el destino, siempre en curva, volvió a probar la resistencia del conjunto. De nuevo en Maracay, los Tigres repitieron la dosis: 5-4 y una serie particular que se tornó esquiva, 0-4 para los larenses. Hubo destellos como el cuadrangular de Yonny Hernández, la constancia de Danry Vásquez, de futuro incierto ya que sufrió una grave lesión el día domingo, la suerte no acompañó.
El cierre dominical fue amargo. En casa, ante 5.692 almas que esperaban redención, los Cardenales cayeron 4 por 2 ante las Águilas del Zulia. La ofensiva, que alguna vez rugió, se tornó silenciosa, dejando nueve corredores en base y la sensación de una oportunidad extraviada.
Así, los pájaros rojos cerraron su segunda semana con récord de 2 victorias y 3 derrotas (4-6 en total). Un balance que mezcla la euforia de la remontada heroica con el desencanto de los tropiezos. Pero si algo ha demostrado este equipo es que, aunque el vuelo sea turbulento, el espíritu del Cardenal jamás se rinde.
En el horizonte queda la promesa del próximo encuentro… y el eco de un jonrón que aún resuena en el alma barquisimetana.

TRD Sport | Rober Hernández
