Santiago de Chile, 26 oct (EFE).- Unos cuatrillizos y una pareja de hermanas en remo, unos primos en voleibol de playa, una hermana y su hermano en ciclismo de montaña: el deporte en Chile se hereda, eso ha quedado claro en estos Juegos Panamericanos de Santiago 2023, pero hay más casos como las siete parejas de hermanos en Puerto Rico y otras historias en al menos ocho países más.
Comparten la misma disciplina y algunos compiten juntos, pero hay otros que se enfrentan como las hermanas mexicanas del pentatlón moderno Mayan y Catherine Oliver. Alegrías, desilusiones o peleas, todo queda en familia.
“Es duro ganarle a mi hermana, pero también es mi rival, así que son sentimientos encontrados”, reconocía Mayan Oliver, de 30 años, tras ganar el oro ante su hermana ocho años menor, que obtuvo la plata, en los primeros panamericanos que disputaron juntas.
El vínculo más íntimo emerge cuando el éxito no llega. Así fue para la chilena Christina Hostetter, de 23 años, quien remó junto a su hermana mayor por dos años, Victoria, en la prueba de cuatro pares de remos corto femenino y terminaron con la medalla plata luego de estar a 0.77 del oro.
“Me afectó mucho porque mi hermana lleva tanto tiempo trabajando tan duro y se lo merecía y una parte de mí como que se me rompió mi corazón, porque no le pudimos entregar su medalla de oro tan merecida”, expresó a la prensa con el rostro aún enrojecido de llorar.
Cuando habló Victoria dijo que estaría contenta igual con la plata, mientras Christina puso una mano sobre su espalda en un gesto cariñoso. Las hermanas Hostetter tienen un hermano y hermana mayores que practicaron remo.
La historia más singular, sin duda, es la de los remeros cuatrillizos Abraham, aunque no sea la primera vez que compiten. Melita, Ignacio, Alfredo y Antonia, que nacieron en ese orden hace 26 años, continúan llamando la atención y ganando oros como ya lo hicieron en Lima 2019.
En Santiago 2023 es la familia más ganadora con un total de dos medallas de oro, tres de plata y dos bronces. Parte de la originalidad que los envuelve es que su deporte les permite competir en una misma prueba: el ocho con timonel mixto.
Ellos ejemplifican la realidad de la vida fraternal con la sana competencia de la pareja de mujeres contra los hombres y algunas peleas entre las mellizas Melita y Antonia, que no querían estar juntas cuando comenzaron.


“No creo que haya hermanas que no hayan peleado. En nuestras primeras salidas nos pusimos a pelear al fondo de la laguna, veían que el bote no se movía y era porque no queríamos remar juntas”, recordó Melita al ganar el oro el pasado martes en la categoría cuatro sin timonel femenino. Ahora son inseparables.
Los también chilenos Martín y Catalina Vidaurre, hijos del excampeón panamericano de ciclismo Cristóbal Vidaurre, consiguieron un hecho curioso en estos juegos. Ambos ganaron plata el mismo día, en el cross country del ciclismo de montaña, y fueron las primeras medallas de su país en la justa.
Martín, de 23 años, es mayor por un año. Era favorito al oro y se le escapó, Catalina dio la sorpresa y compartirlo con su hermano fue lo mejor. “Estoy súper contenta. Toda mi familia me ha estado apoyando. Y mucho más contenta con compartir la plata con Martín”, dijo al finalizar la prueba el pasado sábado.
Algunos hermanos se consideran mejores amigos, como los estadounidenses Erika y Adam Manilla, oro en dobles mixto del ráquetbol en Santiago 2023. “Estoy jugando con mi hermano, más que nada. Tenemos nuestra familia aquí, y otros hermanos viendo por televisión. Es un sueño estar aquí con mi mejor amigo”, expresó Erika.
Los primos Esteban y Marco Grimalt llevan juntos 15 años y entre ellos se llevan dos años. Marco es mayor con 34 años y Esteban es hijo de voleibolistas y su hermano Rafael también juega, pero no en la modalidad de playa, que es donde estos primos destacan. En estos juegos aspiran al oro, que ya ganaron en Lima 2019, y por ahora van líderes de su grupo en la competencia.
Las siete parejas de hermanos de Puerto Rico están en la esgrima (Carlos y Gabriela Padua), tenis de mesa (Adriana y Melanie Díaz), tiro de escopeta (Ana y Paola Bermúdez, Jean y Miguel Pizarro), polo acuático (Diego y Fernando Zayas, Alexandra y Natalia Meléndez) y el polista Alan y el tirador con arco Christian Bermúdez.
Uruguay tiene en el remo a Bruno y Romina Cetraro y en la vela a Agnese y Stefano Caiafa. República Dominicana a los hermanos taekwondistas Cristofer Reyes Pie y Bernardo Pie, Trinidad y Tobago a Ahkeem y Ahkeel Boyd que fueron bronce en baloncesto 3×3 y Brasil a las tenismesistas Bruna y Giulia Takahashi.
Estados Unidos tiene en el bádminton a las hermanas Annie y Kerry Xu y Venezuela al medallista olímpico en esgrima Rubén Limardo y su hermano Jesús.
La historia del tenista boliviano Federico Zeballos y su hermana Noelia resume la esencia de estas concordancias. “Entrenamos desde muy chiquitos juntos, mi padre fue quien nos enseñó a jugar tenis y el haber hecho esto al lado de ella lo hace muy especial», afirmó Federico. EFE