Si usted quiere que sus clientes se molesten, les invitamos a utilizar los Bad Bots (Robots malos) de forma permanente. Estudios señalan que los mensajes robotizados son una buena forma para correr clientes, y a su vez, para demostrar la fatiga que te genera responder de forma directa los mensajes en tus listas de contacto, o en tus redes sociales.
La dinámica comunicacional en este último año ha sido muy variable, la supuesta ruptura de paradigmas por parte de la neogeneración de la información ha permitido crear un sinfín de propuestas, que van desde la obligación de utilizar las redes sociales como hipotéticos medios de comunicación social, pasando por el impregnado mundo de la supuesta comicidad a través de los contenidos burlescos, absurdos y carentes de producción, hasta llegar a la robotización del mercado comunicacional, eliminando de un solo plumazo el famoso feed back, y generando una especie de «estupidemia» entre lo real y lo irreal.
Un gran sector de la juventud mundial se ha convertido en los hacedores de criterios, muchos de ellos sin leer un texto, y otros, sin pasar por escuelas de cuarto nivel o universidades reconocidas. En este mundo post pandemia esta generación se cree dueña de la verdad, sin embargo, ese bombardeo digital, donde el ocio pasó a formar parte de una supuesta profesión, ha permitido que hasta las mismas empresas hayan caído en la trampa al creer que lo propuesto por los influenciadores de tendencias, es totalmente cierto, peor aun, hasta divagan como si ya fuesen parte de esa experiencia moderna.
El Libreto
En el siglo pasado y en el inicio del que vivimos, era casi imposible lanzar algún planteamiento sin que fuese sopesado por una teoría clara, incluso en su mayoría, aplicando los diversos métodos científicos y hasta con patrones deontológicos, muy válidos para sostener esa ética que tanta falta hace en la actualidad.
La neogeneración ha vendido la idea de «si es tendencia, es bueno, es real, y eso es el deber ser», no obstante, poco a poco esa torres de arena se vienen derrumbando, porque si bien es cierto que la evolución es un proceso de cambió, y no un «quítate tú para ponerme yo», en muchos casos lo que hoy observamos como un supuesto crecimiento dentro del sentido cognitivo de esta generación, no es más que unas simples modas impuestas por las diversas dinámicas en los sectores de consumo, de ahí que poco a poco, para estos sectores, comienza a incomodar esos infleuncers especialistas en cambiar comida por contenido, otros, quienes a través de las redes buscan fama haciendo supuestas obras benéficas e invirtiendo más en la amplificación publicitaria de su obra que en la supuesta obra social, y los que desde la pandemia le hicieron creer a muchas empresas, hoy conocidas como emprendimientos, que los números de seguidores se iban a ver reflejados en las ventas de sus productos.
El engaño de los Bots
Si bien los proveedores de servicios de RRSS buscan la forma para vender sus productos a través de beneficios a favor del consumidor, existe dentro patrón del ser humano algo llamado «sentido común», es decir, más allá de que llegue una nave espacial con material alimenticio nanotecnológico y coloque en la mesa de su hogar cualquier comida para su buen paladar, por razones obvias, el ser humano, y en gran parte para la comunidad indo o afro descendiente, no hay nada mejor que disfrutar de un rico alimento hecho de las forma más tradicional posible, es decir, con las manos y no por un robots.
En la actualidad la gran parte de la generación milennials y Z, intenta sorprender al consumidor con sus supuestos tutoriales en asesoría comunicacional, y más allá de las posibles buenas intenciones, muchos de ellos por no poseer la verdadera preparación académica, solo hablan de los pro de esas supuestas tendencias, y pasan por alto en gran escala, los contra.
Los famosos bots y chatsbots, no son más que el alimento a la laxitud comunicacional, muchos pueden pintar esa dinámica como una forma eficaz de interactuar con posibles clientes en el caso de las organizaciones empresariales que las utilicen, pero en gran parte no se dan cuenta que el uso de esa herramienta, no es más que el deterioro de una buena relación entre quien utiliza los chats de forma humana, y aquellos que optan por utilizar un robots cayéndose humanoides.
No hay nada peor que enviar un mensaje de WhatsApp a un conocido o a una empresa y su respuesta sea automática, más delicado, es solicitar en una farmacia un medicamento, y un robots te de la bienvenida y te pregunte, ¿Qué necesitas? cuando inicialmente realizaste la pregunta. Muchos consumidores ven eso como una burla a su tiempo y al valor humano.
Una encuesta realizada en España por DYM arrojó como resultado que aquellas empresas que no utilizan bots tienen mayor capacidad de ventas que aquellas que confían en una respuesta automática como un buen servicio al cliente, y la conclusión fue muy simple: «tras la pandemia, las ventas en redes u on line fueron directas y mientras el terreno sea menos escabroso, mucho mejor para el comprador».
La empresa española de Difusión y Comunicaciones, señala en uno de sus artículos: «los bots funcionan mediante una serie de comandos o ‘palabras claves’ previamente preparadas, aunque en función de la complejidad del bot, se desenvuelve mejor o peor en la relación de esas palabras claves. Algunas empresas u organizaciones que pertenecen a estos sectores sensibles deben analizar hasta qué punto es factible la utilización de bots. Por ejemplo en consultas médicas, en empresas de ventas directas, o en chats personales utilizados como chats empresariales, entre otros»
¿Caerán algunos mitos este 2024?
«Si no estás en las redes sociales no eres nadie», ese es uno de los mitos que poco a poco comienzan a derrumbarse, entre otras cosas, porque como toda moda, tiende a ser agotadora, y el mundo cíclico de ellas hace que algunas tendencias se mantengan como un buen recuerdo, pero no en el contexto.
Expertos en comunicología vaticinan la caída de ciertos mitos o modas para el 2024, dentro del denominado mundo de la generación de contenidos, los chistes o parodias rebuscadas no son del todo agradables, más aun, cuando la burla y el descrédito hacia el propio ser humano es la principal fuente de imaginación, los stand up comienzas poco a poco a tornarse aburridos porque son carentes de producción y libretos, los shows deportivos tanto en el mundo online como offline no presentan cambios, por ende deben reinventarse, los tiktokers vivirán del nicho que ellos mismo crearon, y es casi un hecho que comenzará la regulación mundial de los contenidos multimedia, tanto en el campo global como en los sectores regionales.
Las redes sociales se mantendrán, sus dueños saben como reinventarse para lograr captar a ese sector que de forma enfermiza y «bobálica» viven dentro de ellas, sin embargo, no es descabellado que algunas se tomen su tiempo sabático a la espera de ver como reacciona esa generación que ya no es tan niña, y la otra que ya no es tan joven.
Mientras tanto, debemos esperar cómo reacciona el mundo empresarial, el mundo del mercado sobre estas posibles variables, para ver si la comunicación digital global regresa a sus orígenes, donde importaba más el contendido, que la fama, y era más trascendental las verdadera penetración en ventas, que los números muchas veces inorgánicos que hoy utilizar los influenciadores para engañar a los incautos que a diario salen a comprar espejismos.
TRD/LAP/Fuentes