
Johannesburgo, 5 jun (EFE).- El ministro de Deportes, Arte y Cultura de Sudáfrica, Zizi Kodwa, dimitió este miércoles tras ser detenido primero y puesto en libertad condicional después por acusaciones de corrupción en relación a unos sobornos por valor de 1,7 millones de rands sudafricanos (más de 80.000 euros).
Kodwa fue detenido junto al exdirectivo de la empresa tecnológica Enterprise Outsourcing Holdings (EOH), Jehan Mackay, cuya compañía fue contratada por varios departamentos del Gobierno sudafricano.
Según la Fiscalía Nacional, Mackay realizó los pagos entre abril de 2015 y febrero de 2016, cuando el ministro dimisionario ocupaba el cargo de portavoz nacional del gobernante Congreso Nacional Africano (CNA), y fueron utilizados por el dirigente para pagar alojamientos de lujo, préstamos y otros gastos personales.
«El señor Zizi Kodwa, diputado, anuncia su dimisión inmediata como ministro de Deportes, Arte y Cultura. Esto se produce mientras el señor Kodwa recurre los cargos en su contra, que él niega rotundamente», señaló la oficina de Kodwa en un breve comunicado.
Tras comparecer este miércoles ante el Tribunal Especializado en Delitos Comerciales de Palm Ridge, en Johannesburgo (noreste), y después de pagar una fianza de 30.000 rands (unos 1.500 euros) Kodwa y Mackay fueron puestos en libertad y deberán acudir de nuevo a la corte el próximo 23 de julio.
Las acusaciones forman parte de una gran investigación conocida como la ‘captura del Estado’, que estudió la corrupción que afectó al aparato público sudafricano mientras el expresidente Jacob Zuma estuvo al frente del país (2009-2018).
Además, Kodwa dimitió días después de que su partido obtuviera en las elecciones generales del pasado 29 de mayo los peores resultados desde su llegada al poder en 1994, con la instauración de la democracia multirracial en el país y el fin del régimen segregacionista del ‘apartheid'(1948-1994).
Así, con cerca del 40,20 % de los votos, el CNA perdió su, hasta ahora, intocable mayoría absoluta y tendrá que pactar con otras formaciones por primera vez para poder formar gobierno.
Ramaphosa llegó precisamente a la Presidencia en 2018 con la promesa de extirpar la corrupción del Estado sudafricano, después de que el CNA forzara la dimisión de Zuma por sus numerosos escándalos, una promesa que no se ha materializado del todo. EFE
