Venezuela se convierte en el epicentro del futbol en nuestro continente, mientras se juega la Copa Africana y la Copa Asiática en dichos continentes, para el cono sur la fiesta futbolera tiene sabor olímpico, y nada mejor que nuestra nación albergue al futuro inmediato del balompié mundial, representado en jugadores de 10 naciones, quienes durante tres semana lucharán para buscar los dos cupos a Paris 2024.

«Sin pena ni gloria»

Más allá del revuelo internacional que pudiera generar la presencia de Endrick (Brasil), o Echeverri (Argentina), entre otros grandes jugadores del torneo, consideramos que Caracas quedó en deuda con su gente. Llegar al terminal de la bandera y no observar al menos un valla publicitaria del torneo o un aviso de de bienvenida, es una clara demostración de el nulo sentir turístico que los organizadores le otorgaron al torneo, y sin necesidad de realizar una encuesta, los ciudadanos comentaban que «no sabían» que se realizaría un evento como este, y quienes posiblemente comentaban algo relacionado con el preolímpico, preguntaban por Messi o Soteldo, demostrando aun más, el desconocimiento sobre este hecho deportivo. Al llegar a Caracas y tras el chequeo en el hotel, donde sus empleados tampoco estaban claros sobre el evento, pese a estar ubicado a escasas cuadras del Brígido Iriarte, tuvimos que movilizarnos al centro de la capital para retirar las credenciales, y lamentablemente durante el recorrido, tampoco se observó alguna imagen que nos permitiera saber que en esta ciudad se jugaría un torneo de talla internacional. Más allá de que posiblemente haya sido una coincidencia sobre la base de nuestro recorrido, esta situación nos hace pensar que el ente rector del turismo en nuestro país, no fue vinculado, o no le prestó la debida atención a este torneo de talla internacional.

¿Y el público?

Al arribar a Caracas, y como es usual en Venezuela, algunos conocidos al enterarse sobre el evento, no duraron en comunicarse para ver la posibilidad de conseguir una entrada, algo que por razones organizativas se debe comprar vía web. Tras dicha recomendación la respuesta fue «la página dice que no hay entradas», algo que obviamente se escapa de nuestras manos, y que evita la tan natural respuesta del «déjame ver que se puede hacer», porque es de suponer que si la plataforma te informa que «no hay entradas», es porque todas fueron adquiridas. El detalle no es que un sistema te señale el cierre de un producto por su consumo total, sino que al asistir al estadio el mundo entero se de cuenta que el mismo no llego al 70% de su capacidad, es decir, ¿Dónde están las personas que supuestamente compraron las entradas?. Sin querer queriendo, como decía el Chavo del Ocho, en la mañana del domingo 21 de enero, decidimos dar una vuelta para desayunar antes de partir a Valencia, y en dicho lugar escuchamos que una señora le comentaba a otra, que le daba tristeza como mucha gente recibía entradas por parte de algunos organismos públicos, y antes de regalarlas preferían botarlas en la basura, incluso, señalaban que en la Serie del Caribe sucedió lo mismo. Más allá de entender que por razones obvias las organizaciones no colocan en venta todas las entradas, y que los organizadores se reservan un importante cupo para ser distribuidos, es injusto que en las afueras de estadio mas de un centenar de personas por desconociendo se acercaban para ver como podían comprar una entrada para ver el espectáculo deportivo, consideramos que existe un error que aun las autoridades, organizadores y grandes sectores en el país no quieren comprender, la estadísticas mundiales señalan que apenas en este 2024 la mitad de la población mundial tiene acceso a las redes sociales, es decir, vender entradas de forma convencional aun es un recurso valedero en este país.

Sin GPS no eres nadie

Buscar la credencial fue toda una odisea, la distancia entre la sede de la Liga Futve y el estadio Brígido Iriarte es kilometral, lamentablemente al realizar ese comentario en la sede del balompié rentado sobre lo engorroso para llegar al sitio, una de las respuestas recibida por uno de sus trabajadores fue, «para eso esta el GPS», algo que definitivamente es valido, sin embargo, el joven empleado no sabía que por razones de viaje en ese momento nuestro móvil estaba descargado, y tuvimos que utilizar la «arcaica» opción de preguntar, consiguiéndonos con la realidad del que nadie, absolutamente nadie, sabía donde quedaba la Liga Futve, peor aun, nadie sabía que era la Liga Futve a escasos 500 metros de la misma. Más allá de querer buscar la quinta pata al gato, o desestimar el uso de la tecnología, en el recorrido divagaba sobre el sueño de creer que en algún momento de nuestra historia, el pueblo de pie pueda involucrarse con las diversas realidades de nuestro fútbol, y conocer las raíces del mismo. Por cierto, no sería descabellado un manual para el trato hacia los visitantes durante este tipo de eventos, para que ese tipo de respuesta muchas veces sin mala intención, no sea tan recurrentes por esas personas que tienen la responsabilidad para recibir a la visita.

Un Brígido que cambió todo

No todo fue gris durante el primer día de competencia, llegar al Brígido Iriarte cambiaba ese contexto vivido durante las horas anteriores, si bien muchos agentes de seguridad no tiene la formación de policía turística que se observa en otras naciones, el trato fue amigable aunque con tono autoritario, sin embargo, la idea era ingresar de la forma más tranquila, y eso realmente se logró. Acto seguido, la recepción en el recinto de la urbanización La Paz, impecable, el protocolo para los representantes de la prensa de alto nivel, y el trato del personal elegido para el mismo de primera línea. Al legar a nuestra zona de trabajo (radio con derechos nacionales), conseguimos un espacio digno y respuestas inmediatas, lamentablemente los bajones de electricidad durante el primer tiempo del juego fue la mancha de lo bien que se organizó ese sector, pero al ser solucionado, creemos que ese sector rozó en la perfección, mil puntos para los organizadores.

«A los viejos ya no se les para»

Reencontrarnos con viejos amigos, y amigos viejos, es una de los aspectos más importantes en este tipo de eventos, hablar del nuevo sistema es un punto de referencia desde todos los ángulos, no solo en la comunicación vemos caras nuevas, en la dirigencia también se observa esos rostros que no pasan de los cuarenta y cinco años de edad, y que según algunos colegas es «obligatorio» en la dinámica de la FVF y algunos organismos ligados al deporte. «Allí no aceptan viejos, si pasas de los 45 años estas frito», comentaba de forma jocosa uno de los mayores referentes del fútbol en nuestro país, más allá de esta realidad tangible, y entendiendo que existe una nueva dinámica en las neogeneraciones, es buenos preguntarse en estos momentos, ¿Qué pasará con esta generación que por alguna razón desconoce o desestima la experiencia por un tema de edad, cuando ellos lleguen a la edad de quienes hoy según sus parámetros no están en capacidad de aportar dentro del sistema que ellos generaron?. Por fortuna existe la independencia laboral, y en gran caso, muchos optamos por ello. Curiosamente otro de los panas con recorrido expresó, «Se han dado cuenta que este fenómeno pasa es en el fútbol, anda al beisbol y pregunta si los carajitos tienen oportunidades como figuras en las transmisores nacionales, mira quienes manejan en coroto desde arriba, hermanos el tema es el futbol, y en Venezuela, en Suramérica, pese a que existe una generación de relevo, la gente con experiencia es muy respetada y valorada», con esto cerramos la tertulia de cinco minutos, y de inmediato a trabajar.

Retomando el Mundo de las Columnas

Muchos chamos desconocerán que cuando existían en Venezuela los periódicos impresos, era obligatorio realizar una columna al momento de cubrir un evento como este, y en esta oportunidad, quisimos retomar esta iniciativa, a través de este medio y en este Preolímpico Sub 23, por cierto, Desde la Cancha, nació en 1989, cuando decidimos cubrir el Premundial de Italia 90, hoy la retomamos aunque con un etilo donde debemos adaptarnos por la misma dinámica de las comunicaciones modernas.

En la próxima les contamos el encuentro con el papá de Matías Lacava

Luis Alonzo Paz (CNP 10.760)